Esta es mi pequeña gran colección de dedales.
Los hay más bonitos o más feos, más grandes o más pequeños, más originales o más típicos,
pero cada uno de ellos tiene un trocito de corazón, una historia,
un recuerdo del lugar de donde viene, o de la persona que me lo regaló.
En definitiva cada uno es un trocito de amor.
Me gustaría agradecer desde aquí, a cada una de las personas que han participado en esta colección, por su interés y su cariño, ya que han ido haciendo posible que crezca en tamaño, y sobretodo en valor emocional para mi.